Todos queremos tener una piel bonita, limpia e hidratada pero seguramente no hacemos todo lo que debemos para conseguirla.
La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo. Cada 28 días nuestra piel tiene la capacidad de auto regenerarse a través de la renovación de las células. Desafortunadamente, como consecuencia de este proceso las células muertas tienden a acumularse en la superficie lo que genera en efecto de piel opaca y sin brillo.
Para evitar esta acumulación de células muertas debemos realizarnos de forma periódica exfoliaciones corporales. Pero no solo por esto. Al exfoliar nuestro cuerpo estaremos consiguiendo muchos beneficios más. Para descubrirlo todo continúa leyendo.
La exfoliación corporal es un tratamiento mediante el cual conseguimos eliminar las células muertas que hay en nuestra piel a la vez que favorecemos el proceso de renovación celular, activamos la microcirculación y el drenaje, mejoramos la apariencia y oxigenamos la dermis.
Gracias a la exfoliación corporal podemos conseguir una piel más bonita, luminosa, homogénea y suave.
Además de afectar directamente a la apariencia de nuestra piel, la exfoliación corporal previene el envejecimiento. Esto lo consigue al acelerar la regeneración celular, activar la circulación sanguínea y favorecer la oxigenación. De esta forma permitimos a la piel obtener mayor cantidad de nutrientes y oxígeno.
Pero esto no es todo, los beneficios de la exfoliación corporal son múltiples: mejora la textura de nuestra piel, permite eliminar manchas oscuras, previene los pelos encarnados y el acné, tiene efecto anti estrés, realza el bronceado…
Seguro que después de leer todo esto quieres empezar ya pero, ¡espera! Te contamos cómo hacerla y cada cuánto tiempo.
Antes de empezar, queremos destacar que no se aconseja la exfoliación a personas que sufran brotes de dermatitis o personas que tenga la piel muy sensible y reactiva. Tampoco se debe realizar si se tiene quemaduras solares o heridas en la piel.
Si no es tu caso ninguno de los anteriores, puedes exfoliar tu piel de varias formas. Usando exfoliantes en gel, cremas con macropartículas o composiciones caseras, aplicándolas directamente con tu mano o ayudándote de un guante o cepillo de ducha.
Todas estas formas son correctas pero nosotros nos vamos a centrar en la que nos parece más eficaz, que es la combinación de exfoliantes en gel (ya sea comercial o casero) con cepillo de ducha.
Si aún no tienes un cepillo de ducha te aseguramos que será una gran inversión para tu cuerpo (y no por su precio, que es muy asequible, sino por sus resultados en tu piel). En EHS puedes encontrar el cepillo de ducha eléctrico Soft Touch Bath que cuenta con cuatro cabezales diferentes para que puedas limpiar, exfoliar, eliminar durezas y masajear de forma profesional tu piel. ¡Sí! Es un 4 en 1.
Para exfoliar tu piel:
¡Te aseguramos que te sentirás como si acabases de salir de un spa!
De forma general podemos recomendar realizarla una vez a la semana. Y aunque sabemos que cuando conseguimos ser más constantes es en verano porque es cuando más mostramos nuestra piel, te recomendamos que lo hagas durante todo el año.
De igual forma, sabemos que todas las pieles no son iguales por lo que puedes ir probando cómo reacciona tu piel a la exfoliación para determinar cada cuánto tiempo específico le viene bien a tu piel.
Recuerda que en EHS tienes una amplia gama de productos Soft Touch que te ayudan a cuidarte por dentro y por fuera para conseguir una apariencia radiante y saludable.
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