La limpieza facial profunda es un tratamiento que debería realizarse todo el mundo. Da igual tu género, tu edad, tu tipo de piel… sea cual sea necesitas limpiar tu cara en profundidad. La pregunta es: cómo hacerlo y cada cuánto tiempo. Pero, antes de empezar a hablar sobre todo esto, una pregunta, ¿sabes qué es exactamente una limpieza facial profunda?
La limpieza facial profunda es un tratamiento destinado a limpiar el rostro con el objetivo de eliminar las impurezas, células muertes y puntos negros. Estas impurezas se generan en el día a día como consecuencia de la contaminación, los residuos de maquillaje, el sudor, etc. En definitiva, al realizarte una limpieza facial profunda estás mejorando la salud de tu piel.
La limpieza facial profunda es importante porque revitaliza nuestra piel dándole un aspecto fresco y luminoso, elimina los puntos negros y permite que la epidermis respire lo que ayuda a regenerar las células que estimulan la producción de colágeno y elastina.
Tras la limpieza facial profunda nuestro rostro se muestra sin señales de cansancio, las ojeras y líneas de expresión se atenúan y se mejora la absorción de los cosméticos que se apliquen posteriormente, aprovechando al máximo sus propiedades.
Podemos empezar haciendo una diferenciación entre dos tipos de limpiezas faciales profundas. Las que son realizadas por profesionales en centros estéticos y las caseras, que puedes realizarte tú mismo en casa. Una no es excluyente de otra, es decir, lo ideal es que podamos combinar estas dos limpiezas.
En este punto sí tendremos en cuenta otras factores como la edad y el tipo de piel. De manera general, podríamos acudir a un centro profesional cada cambio de temporada para realizarnos una limpieza facial profunda y así preparar a nuestra piel para que se adapte mejor a los cambios.
Por otro lado, una vez al mes, o cada dos semanas si tienes una piel grasa, podemos realizarnos una limpieza facial profunda en casa. Para ello es adecuado contar con algún aparato más específico como un cepillo facial limpiador o un succionador de poros. En EHS puedes encontrar la línea Soft Touch by Dermalisse que cuenta con una amplia varias de productos para el cuidado facial. Además de ser productos totalmente respetuosos con nuestra piel, sus precios son los más competitivos del mercado.
Para realizar nuestra limpieza facial profunda primero limpiamos bien nuestro rostro con un jabón neutro, hidratamos y neutralizamos el pH con un tónico y pasamos a abrir y limpiar los poros. Para ello podemos realizar una vaporización casera con una cazuela, manzanilla y una toalla. Una vez que tengamos los poros abiertos tenemos dos opciones, aplicar un exfoliante con un cepillo facial como Soft Clean, realizando suaves movimientos en círculos, o directamente succionar las impurezas con un succionador como Soft & Clean. Una vez acabada esta parte, volvemos a limpiar bien nuestro rostro con nuestro jabón neutro y aplicamos la rutina de cosméticos que solamos usar tras la limpieza, por ejemplo podría ser: tónico, contorno de ojos, serum y crema hidratante.
¡Y esto es todo! Si aún no te realizas limpiezas faciales de forma periódica te animamos a que empieces cuanto antes, tu piel te lo agradecerá y tú lo notarás rápidamente.
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